El modelo laboral de las plataformas digitales de reparto, asentado en autónomos, ha sufrido un golpe durísimo este miércoles. El Tribunal Supremo ha fallado que los repartidores riders son asalariados. O dicho desde el otro lado de la regulación: son falsos autónomos. Concretamente los jueces de lo Social del alto tribunal se pronuncian sobre el caso de un antiguo trabajador de Glovo, la más popular en España junto con Deliveroo. “La relación existente entre un repartidor (rider) y la empresa Glovo tiene naturaleza laboral”, dice la nota informativa emitida por el Supremo.